Déjeme contarle la historia de los Tribunales de Mujeres:
Ha sido un sueño de muchos años; el sueño de romper el silencio que envuelve la violencia; de reescribir las historias de las mujeres, de reclamar sus memorias, de encontrar una nueva visión para nuestros tiempos. Contar nuestras historias no sólo del dolor, pero también del valor y la supervivencia; de encontrar otras lógicas, otras maneras del saber.
Comenzó en Asia a través del Consejo de los Derechos Humanos de las Mujeres de Asia que junto con otros grupos de derechos humanos a lo largo de Asia y del Pacífico han realizado 9 tribunales en la región. El Taller Internacional, una organización hermana con base en Túnez, llevó estos Tribunales a otras regiones del mundo: África, Medio Oriente, Centroamérica y Latinoamérica.
Los Tribunales de Mujeres es un espacio que se desdobla, un imaginario: un horizonte que nos invita a pensar, sentir, desafiar, conectarnos, bailar y soñar. Es un intento de definir un nuevo espacio para la mujer e infundirlo con una nueva visión, una nueva forma de hacer política. Es un conjunto de voces y visiones del sur global que se ubica en un discurso de disidencia: es en sí misma una práctica que desarticula, desafiando el nuevo orden de la globalización, cruzando barreras, abriendo nuevos caminos, escuchando las voces y los movimientos sociales marginales.
Ha sido un sueño de muchos años; el sueño de romper el silencio que envuelve la violencia; de reescribir las historias de las mujeres, de reclamar sus memorias, de encontrar una nueva visión para nuestros tiempos. Contar nuestras historias no sólo del dolor, pero también del valor y la supervivencia; de encontrar otras lógicas, otras maneras del saber.
Comenzó en Asia a través del Consejo de los Derechos Humanos de las Mujeres de Asia que junto con otros grupos de derechos humanos a lo largo de Asia y del Pacífico han realizado 9 tribunales en la región. El Taller Internacional, una organización hermana con base en Túnez, llevó estos Tribunales a otras regiones del mundo: África, Medio Oriente, Centroamérica y Latinoamérica.
Los Tribunales de Mujeres es un espacio que se desdobla, un imaginario: un horizonte que nos invita a pensar, sentir, desafiar, conectarnos, bailar y soñar. Es un intento de definir un nuevo espacio para la mujer e infundirlo con una nueva visión, una nueva forma de hacer política. Es un conjunto de voces y visiones del sur global que se ubica en un discurso de disidencia: es en sí misma una práctica que desarticula, desafiando el nuevo orden de la globalización, cruzando barreras, abriendo nuevos caminos, escuchando las voces y los movimientos sociales marginales.
Los
Tribunales de Mujeres aúna la realidad objetiva (a través del
análisis) con los testimonios subjetivos de las mujeres: lo personal con lo
político; lo lógico con lo lírico (a través de testimonios en video e imágenes
artísticas y poéticas); lo racional con lo intuitivo; urgiéndonos en el discernimiento
de nuevas ideas, ofreciéndonos otras formas del saber, invitándonos a buscar
las capas profundas del conocimiento con el fin de crear nuevos paradigmas. Los
Tribunales de Mujeres son audiencias públicas: los Tribunales se usan de una forma simbólica. En los
tribunales se escuchan las voces de las víctimas,
de
las sobrevivientes, ellas traen al tribunal sus testimonios de violencia
personal. Los Tribunales son espacios sagrados donde las mujeres
hablan de sus sufrimientos, denuncian los crímenes e inclusive buscan reparación.Sigue leyendo